El Faro de Cala Figuera en Mallorca, diseñado por Emili Pou, tiene una rica historia que se remonta a su inauguración el 31 de julio de 1860 como faro de 6º orden con luz fija y óptica de 5º orden. A lo largo de los años, ha experimentado varias mejoras y cambios en su iluminación y equipamiento. En 1919, se añadieron pantallas giratorias a la óptica, creando una apariencia luminosa de 2 ocultaciones cada 10 segundos, utilizando gas acetileno elaborado en un gasógeno ubicado en una caseta anexa al faro. En 1950, debido a problemas con el sistema de acetileno, se cambió al uso de lámparas Maris o Aladino con petróleo como combustible. En 1962, el faro sufrió una importante renovación, con la instalación de una nueva linterna aeromarítima y la electrificación de la señal. También se cambió la óptica por una de 4º orden, que generaba una apariencia luminosa de 4 destellos cada 20 segundos, utilizando lámparas eléctricas de 1500 W. El Faro de Cala Figuera ha tenido un papel destacado en la navegación, y en 1970 se incorporó un radiofaro (actualmente un GPS Diferencial DGPS) para mejorar la precisión de la navegación en la zona. El faro se encuentra en un acantilado de poca altura, lo que en días de fuertes temporales de SW puede afectar a sus dependencias. Además, ha sido testigo de algunos naufragios, como el ocurrido en 1953, cuando embarrancó el buque Ciudad de Palma de la Compañía Trasmediterránea en la Punta de Mulá. El acceso al faro solía realizarse por mar, mediante un pequeño embarcadero y un camino en el acantilado para subir las provisiones y el combustible. Actualmente, todavía se pueden ver los restos de aquel embarcadero y el camino de acceso. El Faro de Cala Figuera tiene una gran importancia para la navegación marítima en la región, con un alcance de 22 millas náuticas y ubicado a 45 millas náuticas sobre el nivel del mar. Su apariencia luminosa se compone de un grupo de 4 destellos cada 20 segundos. Durante el día, se puede reconocer por su torre troncocónica de color blanco con una espiral negra, alcanzando una altura de 24 metros.
Este faro es una parte valiosa del patrimonio marítimo de Mallorca y un lugar emblemático para los amantes de la historia y la navegación. Con su ubicación pintoresca en un acantilado, el Faro de Cala Figuera es una visita obligada para aquellos que deseen conocer más sobre la fascinante historia de los faros y su importancia para la seguridad de la navegación en la región.